El Gobierno quiere enviar fuera a los jóvenes parados para estudiar idiomas

Tiempo de lectura aproximado: 3 minutos

La crisis aprieta donde más duele, que es el fuerte crecimiento del desempleo y, especialmente, entre los jóvenes de entre 16 y 25 años, cuya tasa de paro es del 40%. En este contexto, una de las propuestas del Gobierno para reducir el problema es poner en marcha un Programa Lingüístico en el Exterior para Jóvenes Desempleados.

Los Ministerios de Trabajo, y de Educación tienen previsto iniciar este proyecto “con el fin de aprovechar las oportunidades del sector exterior para crear empleo de calidad y mejorar las condiciones de las empresas españolas para su implantación en otros mercados”.
Así se recoge en el Plan Integral de Política Industrial 2011-2015, que acaba de aprobar el Gobierno.
El Ejecutivo explica también que, con este programa “los jóvenes desempleados, o que se incorporan por primera vez al mercado laboral, tendrán la posibilidad de adquirir un alto nivel en alguno de los idiomas de interés para la internacionalización de la economía”. El documento no especifica cuáles, pero por la importancia de sus ámbitos económicos es fácil suponer que puede tratarse del inglés y otros idiomas de la Unión Europea además del chino, el ruso o el japonés.
En todo caso, el Gobierno se compromete a que los estudiantes reciban una formación mínima de veinte horas semanales en un centro de enseñanza que se incluya en el programa.
Presupuestos
El Ejecutivo no ha estimado todavía el coste del proyecto, pero, como en todo el Plan Integral de Política Industrial 2011-2015, su compromiso es dotarlo en los presupuestos anuales.
Incluso, el Ejecutivo ha previsto dos modalidades de ayuda para los beneficiarios: una para los jóvenes con derecho a prestaciones por desempleo, de cuantía menor pero que incluye la novedad de que puedan cobrar sus prestaciones en el extranjero; otra destinada a cubrir los gastos de estudio y alojamiento de jóvenes que no tengan derecho a las prestaciones por desempleo.

Precisamente, las condiciones que puedan tener los jóvenes para estudiar idiomas en el extranjero pueden ser una fuente de polémica. En alguna ocasión el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya ha insinuado que los jóvenes desempleados que se formen fuera con ayudas públicas, para contribuir al progreso de España, podrían no figurar en las listas mensuales del paro que recogen las Oficinas de los Servicios Público de Empleo.
Polémica
Dicho de otra manera, que están en las listas quienes reciban prestaciones por desempleo, cualquiera que sea su lugar de residencia, pero, tal vez no quienes reciban ayudas públicas para financiar sus estudios y alojamientos fuera de España.
Es necesario recordar que ya en la pasada legislatura hubo gran polémica cuando el Gobierno y las comunidades autónomas decidieron no incluir en las listas mensuales del paro a unas 200.000 personas que reciben formación para intentar recolocarles con el puesto de trabajo más adecuado a su perfil. O, con otro punto de vista, una vez que han perdido su puesto de trabajo, muchos parados no saben hacia donde orientar la búsqueda de empleo porque tienen una formación obsoleta o, realmente, no saben qué es lo que quieren.
En todo caso, en el Plan Integral de Política Industrial (2011-2015), el Gobierno recalca que el Programa Lingüístico en el Exterior obedece también al hecho de que la crisis obliga a la industria española “a abrir nuevos mercados en el exterior”. Y, por ello, “en el ámbito específico de la formación merece la pena introducir actuaciones dirigidas a mejorar el conocimiento de lenguas extranjeras en todos los ámbitos”.
En el terreno de la formación también, y con un ámbito más amplio, el Ejecutivo se propone publicar en 2011 un Real Decreto de ordenación de la Formación Profesional para adecuarla a las demandas de trabajo, con los reiterados itinerarios para ayudar a los parados a encontrar un puesto de trabajo.
El Plan Industrial pierde más de 3.000 millones
El Gobierno aprobó el Plan Integral de Política Industrial 2011-2015 el pasado día 10 de diciembre de 2010. La dotación prevista del plan, a lo largo del quinquenio, es de 82.842 millones de euros. Una cuantía elevadísima, pero que el Ejecutivo considera “consistente con el compromiso de reducción del déficit adquirido ante la Unión Europea”.
Es decir, situar esta variable del 3% del PIB en 2013. Sin embargo, lo cierto es que, por el camino de su tramitación, el plan perdió 3.255 millones de euros. El borrador del plan presentado por Industria a los agentes sociales y económicos casi un mes antes –el 19 de noviembre– cifraba el coste total del plan en 86.097 millones de euros.
Fuentes del Ministerio de Industria explicaron a EXPANSIÓN que, en la tramitación del plan, “ha habido varios borradores de trabajo y, en ocasiones, hasta se ha descubierto que una misma medida figuraba en distintos apartados”. Entre otros puntos, por el camino, las políticas de apoyo a las pymes han perdido 1.500 millones y las de respaldo a los sectores, 1.294 millones.

LSB-USO
Siguenos en: