Los acontecimientos de vértigo a los que nos están llevando los mercados especulativos están consiguiendo incluso poner en jaque a las democracias europeas. Las últimas crisis de gobiernos en Italia y en Grecia afectando a sus primeros ministros son muestra palpable de ello. Por su parte, las acciones erráticas de los gobernantes europeos siguen poniendo en riesgo grave el modelo de la Europa Social, las instituciones europeas, e incluso, como se ha visto, a las propias democracias nacionales. Frente a ello sólo hay una receta que USO reclama de nuevo: más acción política de los líderes gobernantes blindando a la Europa Social con políticas unitarias.
Nadie a estas alturas defiende la permanencia de Silvio Berlusconi al frente del gobierno italiano, e incluso muchos “agradecen” la presión de los mercados para provocar su caída definitiva. Parecidas posiciones se justifican para reprochar al ya ex-presidente griego Papandreu su deslealtad con los acuerdos del Consejo Europeo al intentar promover un referéndum y la ineficacia de los brutales recortes aplicados en su país. Sin embargo, en el mar de fondo de las dimisiones forzadas de ambos mandatarios, todos los demócratas rechazamos la intromisión inaceptable de las agencias de calificación crediticia y de los mercados especulativos en decisiones, -las de quitar o poner gobernantes-, que sólo corresponden a los pueblos soberanos, a la soberanía popular.
Los trabajadores y ciudadanos llevamos más de dos años observando con espanto cómo las políticas de nuestros líderes, basadas en el recorte, el ajuste y las restricción de la inversión pública, yerran una y otra vez frente a la voracidad insaciable de los mercados. En opinión de USO, los riesgos de depresión en la Unión Europea están cada día más cerca. Las soluciones propuestas por el movimiento sindical para poner fin a la actual crisis política, financiera, económica y social no han sido tenidas en cuenta por los gobiernos nacionales ni por la UE. El riesgo de un colapso económico y social está cada vez más próximo y ningún país de la UE será capaz de aislarse de los daños.
Gobernar la economía, obviamente con políticas acertadas, es la gran obligación de nuestra clase europea gobernante. Tanto el Gobierno de España, como el resto de la UE, y en especial los gobiernos de la eurozona, deben emplearse a fondo cambiando sus políticas. En este sentido la Confederación Europea de Sindicatos (CES), de la que USO forma parte, ha venido realizando numerosos llamamientos e incluso reclamando con euro-manifestaciones y otras protestas una prioridad para el empleo. También ha defendido la implantación de un sistema de eurobonos, reforzar las políticas fiscales progresivas y su armonización, la aplicación de un impuesto de transacciones financieras siquiera a nivel europeo, así como un mayor rol en materia de estabilidad para el BCE y el Banco Europeo de Inversiones. A estas alturas de la crisis, el Fondo de Estabilidad Europeo debería ser ya transformado en un fondo de préstamos de último recurso controlado por el BCE.
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