Después de haberlo retrasado varias veces, la Comisión europea acaba de publicar su Libro Blanco sobre pensiones al hilo de la consulta iniciada con el Libro Verde en julio 2010.
Para la Confederación Europea de Sindicatos (CES), las propuestas contenidas en el Libro Blanco – que consisten sobre todo en estudios, investigaciones y documentos de “apoyo” a las futuras reformas en los Estados miembros – no permitirán construir sistemas de pensiones que respondan a las expectativas y, sobre todo, a las necesidades de los pensionistas actuales y futuros, y tampoco realizarán los objetivos sugeridos en el titulo.
El análisis del Libro Blanco pone en evidencia el peso creciente de los costes de las pensiones e insiste en dos soluciones:
el aplazamiento de la edad de jubilación en los sistemas públicos de pensiones, que no tiene en cuenta la dureza de ciertos oficios, y tampoco el hecho de que el 50% de los trabajadores mayores en Europa ni siquiera hoy en día consiguen mantenerse en el mercado laboral hasta la edad de la pensión legal;
el desarrollo de los fondos de pensión privados, que no tiene en cuenta ni el impacto negativo de la crisis financiera en las reservas de dichos fondos – y el asociado encogimiento brutal de las rentas de los pensionistas -, ni el deterioro del empleo que priva a los trabajadores de los medios de contribuir a estos fondos privados.
Claudia Menne, Secretaria Confederal de la CES, declaró: “La CES lamenta la ausencia de propuestas destinadas a reforzar los sistemas públicos de pensiones basados en la solidaridad entre las generaciones, aunque son los más adecuados para garantizar la renta de los pensionistas. Reforzarlos significa dotarlos de más recursos, es decir dar prioridad a las inversiones que fomenten el crecimiento, la creación de empleo de calidad, estable y con salarios decentes”.
Las prioridades de la CES, es decir la puesta en marcha de planes de reactivación económica audaces, basados en políticas que fomenten el empleo de calidad y la justicia social, se justifican ahora más que nunca. Volverá a afirmar estas prioridades con fuerza, dirigiéndose al Consejo Europeo el día 29 de febrero a través de movilizaciones de sus organizaciones afiliadas por toda Europa.
USO, además, critica que la Comisión Europea abogue por imponer la extensión generalizada e indiscriminada de la edad de jubilación y no se centre en el incentivo de mejora de prestaciones para aquellos trabajadores y trabajadoras que voluntariamente quieran prorrogar su vida laboral.
Igualmente, USO considera inaceptable que el Libro Blanco sobre Pensiones defienda los sistemas privados complementarios sin analizar que éstos están debilitando también el sistema público por la vía de eludir su cotización a la seguridad social y a los sistemas fiscales a través de los llamados salarios diferidos.
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