LSB-USO Euskadi se concentra en Donosti con motivo del día internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo

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LSB-USO Euskadi ha aglutinado a casi medio millar de afiliados y delegados, que han acudido desde los tres territorios de Euskadi, en la mañana de hoy, jueves 24 de abril, en la Plaza Gipuzkoa en la ciudad de Donosti. Se trata de una concentración convocada por la Organización Sindical para conmemorar el “Día Internacional de la Seguridad y Salud en el trabajo”.

Con la Campaña, ENFERMEDADES PROFESIONALES, HAGAMOSLAS VISIBLES, y coreando slogans como “Trabajar para vivir y no para morir” , se ha guardado un minuto de silencio para rendir homenaje a las victimas de accidentes laborales y de enfermedades profesionales.

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El responsable del sindicato del Gabinete de Seguridad y Salud Laboral de LSB-USO Euskadi, ha explicado la situación de la Prevención de riesgos, dieciocho años después de la aprobación de la Ley y datos escalofriantes de MUERTOS y VIDAS TRUNCADAS en el mundo del trabajo, que ha dejado IMPUNES a empresarios que no han cumplido la Ley de Prevención para preservar la VIDA y la SALUD de los trabajadores; así como, el escabroso entramado burocratico y judicial para demostrar una enfermedad profesional (OIT: Hay una media de 5.500 muertes diarias relacionadas con el trabajo)

La instauración del 28 de abril como Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo tiene su origen en la iniciativa que el año 1996 se tomó de realizar un acto de encendido de velas y de incienso en recuerdo de los trabajadores víctimas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, organizada en Nueva York por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Desde entonces, con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo, la celebración de esta jornada se ha ido consolidando.

Pero fue la Asamblea General de las Naciones Unidas quien proclamó el 28 de Abril “Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo”. La celebración de este día consiste en una campaña anual internacional para promover el trabajo seguro, saludable y decente que culmina el 28 de abril. Desde el año 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo haciendo hincapié en la prevención de los accidentes y las enfermedades en el lugar de trabajo. El 28 de abril es asimismo la fecha elegida por el movimiento sindical mundial para rendir homenaje a las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.

Este año, la USO centra su campaña en las Enfermedades Profesionales con el lema “ENFERMEDADES PROFESIONALES: HAGÁMOSLAS VISIBLES”. Después de siete años de crisis económica, nos encontramos con un contexto de brutal retroceso, no sólo de los derechos de los trabajadores y trabajadoras sino también de la inversión en materia de Seguridad y Salud Laboral.

Esta situación está teniendo dramáticas consecuencias y los datos revelan el abandono de las políticas de Prevención de Riesgos Laborales en nuestro país. Por primera vez en mucho tiempo, el Índice de Incidencia de Accidentes con Baja en Jornada sube, situándose en 2.899 accidentes por cada 100.000 trabajadores.

Las Enfermedades Profesionales son las grandes olvidadas de la prevención, dado que sus consecuencias no son instantáneas, apenas se declaran y se ignora que es necesario combatir los riesgos que las provocan; de hecho, se ha estimado que el 83% de las Enfermedades Profesionales no son reconocidas como tales. Según la OIT, las enfermedades profesionales causan un número de muertes seis veces mayor que los accidentes laborales.

Al no ser reconocido su origen laboral, no sólo la prestación que se recibe es menor sino que se contribuye al aumento de casos. La situación económica, el desempleo y la facilitación del despido tras la Reforma Laboral hace que muchas personas acaben acudiendo al trabajo enfermos, exponiéndose por tanto a aquello que les enferma y aumentando el peligro de accidente laboral. En 2013, el número de bajas por contingencias comunes se ha reducido un 41% y su duración un 17%.

El Anteproyecto de Ley de Mutuas no hace más que agravar la situación. Lejos de pretender buscar a una mejor protección de los Accidentes y Enfermedades del Trabajo, otorga casi plenos poderes a las Mutuas en el control de las Contingencias Comunes, en las que podrán dar altas una vez se apruebe la Ley.

A nivel mundial, las enfermedades profesionales, siguen siendo las principales causas de las muertes relacionadas con el trabajo. Según estimaciones de la OIT, de un total de 2,34 millones de accidentes de trabajo mortales cada año, sólo 321,000 se deben a accidentes. Los restantes 2,02 millones de muertes son causadas por diversos tipos de enfermedades relacionadas con el trabajo, lo que equivale a un promedio diario de más de 5.500 muertes. Se trata de un déficit inaceptable de Trabajo Decente.

La ausencia de una prevención adecuada de las enfermedades profesionales tiene profundos efectos negativos no solo en los trabajadores y sus familias, sino también en la sociedad en su conjunto debido al enorme costo que esta genera; en particular, en lo que respecta a la pérdida de productividad y la sobrecarga de los sistemas de seguridad social.

Desde LSB-USO Euskadi insistimos en que la prevención es más eficaz y menos costosa que el tratamiento y la rehabilitación. Todos los países pueden tomar medidas concretas ahora para mejorar su capacidad para la prevención de las enfermedades profesionales y relacionadas con el trabajo.

Como cada año, el Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente elaboró un informe que llama a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores y sus organizaciones a colaborar en el desarrollo y en la implementación de políticas y estrategias nacionales destinadas a prevenir las enfermedades profesionales.

Salud y seguridad en el trabajo: Datos y cifras

– 2,02 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades relacionadas con el trabajo.
– 321.000 personas mueren cada año como consecuencia de accidentes laborales.
– 160 millones de personas sufren de enfermedades no mortales relacionadas con el trabajo cada año.
– 317 millones de accidentes laborales no mortales ocurren cada año.

Esto significa que:

– Cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
– Cada 15 segundos, 115 trabajadores tienen un accidente laboral.

Los países en desarrollo pagan un precio especialmente alto en muertes y lesiones, pues un gran número de personas están empleadas en actividades peligrosas como la agricultura, la construcción, la pesca y la minería.

La Ley 14/2013 de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización abrió la puerta para que en empresas de menos de 25 trabajadores sea el propio empresario el que asuma la prevención.

Esta Ley, aprobada sin ningún consenso ni diálogo, considera que la Prevención de Riesgos es un coste o un mero trámite administrativo del cual debe liberar a las empresas. Para ello, la Seguridad Social ha encomendado al Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo la puesta en marcha del Programa Prevención 25, equivalente al ya existente Prevención 10.

Con este programa el empresario evalúa el mismo los riesgos de su empresa, el problema es que lo hace mediante formularios estándar y con importantes lagunas, como la falta de evaluación de riesgos psicosociales. Además se pone en marcha ahora el Prevención 25 sin haber evaluado la eficacia e implantación del Prevención 10.

El Gobierno además va a financiar esta herramienta a través del Fondo de Rehabilitación y Prevención de la Seguridad Social, por lo tanto, el coste que se ahorran los empresarios en prevención lo asumimos todos los trabajadores mediante fondos de la Seguridad Social. Es bastante paradójico además que en la actual redacción del Anteproyecto de Ley de Mutuas el Gobierno pretende eliminar este Fondo, con lo cual nos caben serias dudas sobre cómo se financiará su mantenimiento o actualización.

Desde LSB-USO Euskadi estamos totalmente en desacuerdo con esta forma de hacer prevención, puesto que supone una discriminación para los trabajadores de las empresas de menor tamaño y una limitación de sus derechos en materia de prevención de riesgos laborales.

Gracias a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y a los avances producidos en los últimos años, se han formado buen número de Técnicos en Prevención, cuya función es no sólo asesorar al empresario sino también a los trabajadores y a los delegados de prevención. Sin embargo, ahora la presencia de estos técnicos va a darse sólo en las grandes empresas.

Con este programa el Gobierno pretende sustituir el trabajo de profesionales especialistas en ergonomía, riesgos psicosociales,… por el “hágalo usted mismo”, poniendo en riesgo la calidad de las evaluaciones de riesgos, de las planificaciones preventivas o de las investigaciones de accidentes, dado que la mayoría de los empresarios con 24 trabajadores a cargo no cuentan ni con la formación necesaria ni con el tiempo suficiente para llevar todo esto a cabo de forma adecuada.

Con esta medida corremos el riesgo de que el trabajador o trabajadora de la gran empresa tenga prevención de riesgos, pero aquellos empleados en empresas de menos de 25 trabajadores, que suponen el 95% en nuestro país, no la tengan, y que el empresario lleve a cabo en estos casos un cumplimiento meramente formal de la normativa de prevención por falta de tiempo, conocimiento, interés o por un hipotético ahorro de costes.

LSB-USO
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