USO ha suscrito una carta dirigida al Ministro de Asuntos Exteriores español en el que rechaza la escalada de violencia y la ocupación de Palestina.
En el texto se recoge que tras el acuerdo de constitución de un gobierno de unidad palestina, parecería que Israel ha puesto todo su empeño en socavar la reconciliación intra-palestina y reunificación política de Gaza y Cisjordania, rompiendo bruscamente unas negociaciones ya paralizadas y anunciado la construcción de más colonias israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este y manteniendo el bloqueo de Gaza. Además, durante las protestas palestinas contra el Muro intensificó sus ataques contra la población palestina, matando el 15 de mayo a dos menores de edad que se manifestaban en solidaridad con los presos palestinos.
La tensión en la zona se incrementó tras el secuestro de tres jóvenes colonos israelíes en los Territorios Ocupados el pasado 12 de junio, cuando el Ejército israelí asesinó a 13 civiles palestinos, de los cuales 2 eran menores, e hirió a 90 personas, incluyendo 16 menores y 3 periodistas. Realizó 190 incursiones en ciudades, pueblos y campos de refugiados palestinos, asaltando casas, instituciones, universidades y sedes de ONG y revistas. Israel aprovechó además para encarcelar a más de 500 palestinos en toda Cisjordania, de los cuales 200 aún permanecen encarcelados sin cargos.
Después de hallar 18 días más tarde los cuerpos de los desaparecidos y asesinados en una zona entre la ciudad de Hebrón y el bloque de colonias de Gush Etzion, Benjamín Netanyahu anunció que Israel le haría pagar un alto precio a Hamas, al que acusa de estar detrás del secuestro aunque este partido palestino ha negado rotundamente su implicación en el secuestro. El jefe de gobierno israelí también incitó públicamente a las represalias contra palestinos. Las eslóganes racistas y llamados a matar a árabes que se extendieron en las redes sociales tuvieron un triste desenlace en la madrugada del 2 de julio, cuando el palestino de 16 años Mohammed Abu Khdeir fue raptado y quemado vivo por extremistas israelíes en Jerusalén.
El pasado lunes, el Primer Ministro cedió a las presiones de su Ministro de Exteriores y decidió lanzar lo que en la eufemística jerga israelí ha venido a llamarse la “Operación Borde Protector” (Protective Edge). Una operación que en realidad constituye el enésimo castigo colectivo del estado de Israel sobre los Territorios Ocupados de Cisjordania y especialmente sobre la Franja de Gaza. El Ministro de defensa ha llamado a 40.000 reservistas para una posible invasión terrestre.
En tres días de ofensiva israelí contra Gaza, más de 800 bombardeos han tenido lugar y al menos 99 personas han sido asesinadas. La mayoría de estas víctimas mortales era niños y niñas, mujeres y personas ancianas. Hay más de 500 personas heridas y los hospitales están llegando a un punto de no retorno. El Ejército israelí está atacando zonas altamente pobladas, demoliendo o dañando casas, hospitales y otras infraestructuras públicas y hasta ambulancias.
En este contexto, las diversas organizaciones que suscriben la carta, USO, la Red de Solidaridad contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), la Comunidad Hispano Palestina, entre otras, han pedido al gobierno español que ponga todo su empeño en proteger a una población que no tiene adonde escapar ni refugios donde protegerse del arsenal israelí y que:
Condene enérgicamente los asesinatos de civiles palestinos cometidos por el Ejército israelí.
Exija a Israel que aborte inmediatamente su ofensiva militar contra la Franja de Gaza, en la que ya han matado a 99 personas, de las cuales la mayoría son niños, mujeres y ancianos.
Trabaje en el seno de la UE para un cese el fuego inmediato entre las partes de manera que eviten la comisión de otros ataques que podrían ser considerados crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad.
Cumpla con sus obligaciones reconocidas por el Tribunal Internacional de Justicia en su Opinión Consultiva del 9 de julio 2004, de no reconocer ni prestar ayuda o asistencia al Muro o a las colonias israelíes en territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalén Este, y de poner fin a las graves violaciones de normas perentorias del Derecho Internacional Humanitario por Israel.
Suspenda la cooperación militar y el comercio de armas con un ejército que ha demostrado cometer crímenes de guerra contra población civil palestina.
Trabaje para la suspensión del Acuerdo de Asociación de la UE con Israel como medida de presión para obligar a este estado cumplir con la legalidad internacional.
