La huelga en Tráfico aplaza en Bizkaia unos 50 exámenes de conducir

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La huelga del personal de la Dirección General de Tráfico (DGT) ha provocado en Bizkaia el aplazamiento, al próximo miércoles, de cerca de cincuenta exámenes para obtener el carné de conducir.

Según han informado fuentes de la subdelegación del Gobierno, en Bizkaia el paro de tres horas ha sido secundado por dos terceras partes de los trabajadores afectados en la DGT, aunque en el colectivo de
examinadores de tráfico el seguimiento de la huelga ha subido al 84,6 por ciento.

La huelga indefinida está convocada en toda España por los sindicatos CSIF y USO en protesta por la reducción de plantilla al no reponerse las jubilaciones, el aumento de la carga de trabajo y para reclamar más medidas de seguridad.

USO se adhiere y secunda todos los términos de la convocatoria de huelga en la Dirección General de Tráfico, de CGT, CSIF y con el apoyo de ASEXTRA, registrada el 17 de julio de 2015 y que se iniciará el día 14 de septiembre de forma indefinida, durante las tres últimas horas de las respectivas jornadas laborales diarias, en todos los centros de trabajo afectando a examinadores y a todo el personal que desarrolla un puesto de trabajo específico en la DGT.

Las causas que han motivado este conflicto son:

– Falta de concreción de la RPT negociada en la Mesa Delegada.

– Falta de medidas de protección a la integridad física del personal de la DGT, en especial de los examinadores.

– Falta de personal que asegure unos servicios públicos de calidad.

– Una carga de trabajo en exámenes no correspondiente a estándares de calidad y al límite del horario general de trabajo que, además, no respeta los tiempos de descanso en un trabajo de estas
características.

Por parte de la Dirección de la DGT no se han realizado actuaciones que demuestren trabajo alguno para evitar el deterioro que está sufriendo tanto el personal adscrito, como el Organismo en sí,
limitándose sólo a instaurar medidas o iniciativas que demuestran lo alejados que están de la realidad del trabajo que desarrolla su personal.

La crisis económica ha sido el argumento para paralizar la incorporación de nuevo personal y la adecuación del complemento específico. Las medidas adoptadas hasta el momento en materia de
personal, sólo están provocando un éxodo masivo y la falta de planificación por parte de la Dirección provoca incertidumbre sobre el futuro de este colectivo. Se pide que la DGT claramente abogue por el
carácter público de los exámenes y esto no sólo es haciendo unas declaraciones sin más, sino que para ello se ha de dotar de personal que garantice un servicio público de calidad. ¡¡¡Basta ya de
privatización de servicios encubiertas!!!

Tampoco se ha llevado a cabo la formación periódica del personal examinador que pone de manifiesto el desconocimiento de la reglamentación obligatoria a la que están sujetos. El protocolo de
actuación frente a la violencia en el puesto de trabajo y el protocolo de vestuario, así como otros, han sido muy bien “vendidos” pero se incumplen sistemáticamente, es más, nunca se han llevado a cabo.

La obcecación de entrega de resultados _in situ_ en zonas inapropiadas y sin recursos, es un ejemplo más de cómo los directivos de la DGT se empeñan en elegir sus propios bastiones interpretativos y
subjetivos. Con argumentos reglamentarios y pedagógicos pretenden justificar sus pretensiones, cuando se ha demostrado que dichos argumentos no tienen ninguna base ni cumplen dicho fin.

Revisar la carga de trabajo del personal examinador es otro de los puntos de fácil solución y que la Dirección se niega a considerar. Una muy mala planificación de los actuales gestores ha dado lugar a que
en muchas provincias se esté viviendo un retraso más que considerable y bastante perdurable en la realización de los exámenes y las consecuencias las pagan directamente los examinadores. Se instauran
protocolos de calidad sin tener en cuenta el personal disponible ni el tiempo que se ha de disponer para la ejecución de los mismos y la resolución de la innumerable casuística que se produce, todo ello,
desoyendo informes al respecto por parte de los profesionales que la realizan a diario.

Teniendo en cuenta que la DGT asume que las retribuciones del personal que desempeña puestos específicos en su organismo, que ya es mucho, están insuficientemente valoradas, poco está haciendo para remediarlo. Recordemos que éste es un organismo autónomo y que tiene herramientas suficientes para promover diversos cauces para su subsanación transitoria.

Entendemos que la huelga es la última fase o instrumento que se ha de utilizar ante la falta de negociación, pero ante la poca o casi nula respuesta a todas estas demandas por parte de la DGT, vemos argumentos más que suficientes para adherirnos y sumarnos a la convocatoria de huelga.

LSB-USO
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