Los sindicatos fuerzan a Cruces a no externalizar las cocinas

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La presión sindical ha logrado que la consejería de Salud de Jon Darpón de un paso atrás. Durante las últimas semanas los sindicatos con representación en el centro médico de Euskadi, el Hospital de Cruces, así como los trabajadores de sus servicios de cocina, se habían movilizado para evitar lo que consideraban una privatización de parte del servicio de cocina del Cruces. Y finalmente lo han logrado.

El martes la dirección de la Organización Sanitaria Ezkerraldea decidió retirar la licitación de un concurso público para adjudicar el servicio de proveedor único de alimentos y materias primas para elaborar los cerca de 280.000 menús anuales que se sirven cada año en este hospital vizcaína. El centro hospitalario evitó ayer detallar las razones específicas que le han llevado a rectificar y desestimar el proceso y limitó la causa a la que figura en la resolución. En la resolución de desestimiento que firma el director del Hospital de Cruces, Santiago Rabanal, se apunta como motivo de desestimiento «razones sobrevenidas» que aconsejarían no continuar con la licitación «por ser lo más conveniente para salvaguardar el interés público».

Lo cierto es que la consejería ha cedido a la presión de las centrales sindicales con las que se reunió la semana pasada y con las que acordó que por el momento dejaba en suspenso su propósito de adjudicar a un único proveedor el servicio de alimentación y comidas de Cruces. Actualmente el hospital cuenta con un servicio propio de cocinas al que abastecen de productos una red conformada por 14 proveedores. La intención inicial de Osakidetza era eliminar esta situación y adjudicar a una única empresa privada el servicio de provisión de alimentos. Esta fórmula ya funciona en complejos hospitalarios como Galdakao o el Hospital de Santiago.

El concurso establecía que además del abastecimiento la futura adjudicataria también realizaría labores que ahora llevan a cabo los trabajadores de la cocina de Cruces, fundamentalmente en el área de gestión del almacenamiento, lo que afectaría al empleo de parte de los 70 trabajadores que actualmente integran los servicios de cocina del centro.La negociación entre Osakidetza y los sindicatos de Cruces se ha prolongado casi dos semanas hasta el anunció de renunciar a continuar con la licitación. El plazo de presentación de ofertas concluyó el pasado viernes y hoy mismo estaba previsto que comenzara la fase de apertura de los primeros sobres de las ofertas que optaban a este suculento contrato.

La licitación por dos años alcanzaba un máximo de 5,2 millones, más 10% de IVA. Fijaba un precio máximo por menú de 4,8 euros. Las centrales sindicales se felicitaron ayer por la decisión y por haber logrado evitar lo que consideran era una intención clara de privatizar parte de los servicios de cocina del Hospital de Cruces.

LSB-USO
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