USO pide al Consistorio que no despida a las ocho trabajadoras que hacían la gestión de multas

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La Unión Sindical Obrera (USO) ataca la decisión del Ayuntamiento de dejar el cobro de multas en manos de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). En una nota de prensa remitida por el secretario local del sindicato, Julián García, pide al equipo de Gobierno «rectificar en los despidos sufridos por las ocho trabajadoras que hasta este momento gestionaban las multas».

Más allá del titular, el sindicato no explica la situación de estas antiguas trabajadoras, ni hace propuesta alguna para integrar en la administración a unas trabajadoras de una empresa privada. El documento de uso es una dura crítica a la decisión política de remunicipalizar el servicio, algo que, advierte, llega en virtud de un pacto de Gobierno que garantiza los apoyos necesarios para que sea alcaldesa Milagros Tolón.

USO ataca al equipo de Gobierno municipal tras la decisión, que a su juicio, demuestra que «el interés público no es su prioridad». «Mucha más importancia parece tener el interés político; el sillón al fin y al cabo. Someten sin pudor una situación beneficiosa para el Ayuntamiento y los ciudadanos, para el erario público, a sus necesidades políticas», advierte García.

Porque según los datos que baraja USO, la antigua concesionaria del cobro de multas dejó en las arcas municipales unos beneficios netos de ochocientos mil euros netos, una vez descontado el beneficio industrial. Todo ello, cuando antes de la llegada de la empresa, las multas sólo dejaban en el Ayuntamiento 200.000 euros. Hay que tener en cuenta que la misma «sólo cobraba si recaudaba de forma efectiva el dinero de las multas».

Sin embargo, desde el mes de enero, recuerda USO, es la EMV la que realiza esta labor, algo por lo que cobrará 375.000 euros anuales «independientemente de que esta recaude o no, le reporte ingresos a la ciudad o no, simplemente, por estar ahí», a los que habrá que añadir otros 100.000 si tiene que externalizar parte del servicio por falta de capacidad. El sindicato critica que se haya quedado con el servicio una «sociedad anónima», cuyas contrataciones «puede realizar indirectamente el poder político».
Recientemente, el sindicato USO se ha quedado sin representación sindical en el Ayuntamiento de Toledo, después de que los juzgados anularan por «vicios graves» su candidatura en las elecciones sindicales del 9 de junio, por incluir a personas que no dieron su consentimiento, iban en otras listas o no eran funcionarias.

LSB-USO
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