El primer convenio estatal del metal sortea la reforma laboral

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El primer convenio estatal del sector del metal ha sido firmado hoy con una puesta en escena especial en la que los agentes sociales han hecho valer su capacidad para llegar a acuerdos en contraposición a los dirigentes políticos. Este convenio, calificado de histórico y logrado tras muchos años de negociación, afecta a medio centenar de sectores y subsectores de la industria, unas 250.000 empresas, en su mayoría pymes y a casi un millón de trabajadores.

En la sede del Consejo Económico y Social (CES) los dirigentes sindicales de las federaciones del metal y Antonio Garamendi, como presidente de la patronal Confemetal han estampado su firma teniendo como testigos a Ignacio Fernández Toxo y Josep Maria Álvarez. No ha asistido, pese a que se había anunciado, Juan Rosell, presidente de CEOE.

MÁS ULTRAACTIVIDAD

Este pacto se presenta como un paraguas para la negociación colectiva del sector industrial, ya que marca las pautas para los convenios de ámbito inferior y sortea alguno de los aspectos más polémicos de la vigente reforma laboral. Por ejemplo, establece que la vigencia (ultraactividad) de un convenio de ámbito inferior no se limitará a un año, como marca la ley, sino que se podrá prolongar si se decide en la negociación de las partes hasta que estas alcancen un acuerdo.

Asimismo, establece como salario mínimo sectorial el que fija cada uno de los convenios provinciales para su ámbito. Por lo tanto, si decayera algún convenio provincial, los trabajadores afectados mantendrían su salario al estar recogido en el convenio de ámbito superior.

También trata de poner límites a la proliferación de convenios de empresas multiservicios, a las que la reforma del 2012 daba alas, y establece un mecanismo de resolución de conflictos más ágil que el vigente.

MODELO INDUSTRIAL

Tanto los dirigentes sindicales como empresariales entienden que la industria debe presidir el nuevo modelo económico de España parta cumplir con el objetivo de que este sector represente el 20% del producto interior bruto (PIB) en el 2020.

Para los agentes sociales, el ejemplo del primer convenio estatal del metal debería extenderse a otros sectores productivos que permita tejer entramados comunes de relaciones laborales sobre todo dada la atomización del tejido empresarial.

Asimismo este pacto se presenta como un blindaje de los trabajadores frente a modelos productivos muy desregulados, como el chino, que se están imponiendo en Europa.

LSB-USO
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