El patrimonio de los planes de jubilación vascos asciende al 34% del PIB frente al 9% en España

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Euskadi y el resto de España circulan en dirección contraria en materia de complementos de pensiones. El País Vasco acaba batir su propia marca al elevar el patrimonio de esos fondos hasta el 34% del PIB de la comunidad, mientras que en el resto de España siguen estancados entre el 8% y el 9%, en un contexto común de crisis, dificultades económicas y recortes salariales y de empleo.

“En Euskadi estamos en el buen camino, pero habría que extender más el sistema complementario a las pymes”, aseguran desde la Federación vasca de Entidades de Previsión Social Voluntarias. En el resto del país la situación es muy diferente. “Es dramático” coinciden desde Inverco, la asociación que agrupa a las instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones, y desde Mapfre, la mayor aseguradora de España.

Las voces de alarma se han disparado al hacerse público el contenido del informe de previsiones de la Comisión Europea en el que sostiene que España es el país de la UE que más va a recortar sus pensiones hasta 2060. La Seguridad Social pasará de pagar jubilaciones medias del 82% del último salario, al 49,7%. La pensión media de jubilación llegó en junio a los 1.042,21, según el último dato del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. En ese escenario un jubilado se convertiría directamente en un pobre al convertirse en pensionista. Si como la gran mayoría no dispone de otra fuente de ingresos, su primera pensión sería de 600 euros.

Todas las fuentes consultadas avanzan que el escenario de las pensiones contributivas se deteriora de forma rápida. La buena noticia de que la esperanza de vida ha escalado hasta los 89 años para las mujeres, y a 87 para los hombres, -y cada año que pasa sube tres meses-, no lo es tanto para las percepciones futuras. Pero no es el único problema. El baby boom de los años 50 y 60 va a incrementar el número de jubilados de manera inversa a la caída de contribuyentes netos del sistema. De los 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social que había en España antes de la crisis se ha pasado a los 17,5 millones a día de hoy, cuando, según todos los expertos, para mantener el sistema español serían necesarios 25 o 26 millones. Ahora hay 1,8 contribuyentes por cada pensionista y cae poco a poco acercándose al considerado mínimo sostenible, de 1,5.

“Sistema insostenible”

“Ahora el sistema es insostenible pero adecuado”, explica el presidente de Inverco, Ángel Martínez Aldama. Es insostenible porque sin reformas no garantiza el pago de las pensiones futuras, pero adecuado porque todavía la primera pensión está en torno al 80% del último salario. “El problema es que con las reformas que se están introduciendo, el sistema será sostenible, pero inadecuado”, es decir, no servirá para mantener una mínima capacidad de gasto al situarse la pensión en el 50% del último salario.

El primero de enero de 2019 las pensiones van a dejar de estar referenciadas y actualizadas con el IPC anual, para empezar a hacerlo a la esperanza de vida. Si con crecimientos de IPC muy suaves como los actuales, los expertos calculan que la depreciación de las pensiones puede ser de un 5% o un 6% cada diez años, con una reactivación de la economía y crecimientos más pronunciados se puede duplicar o triplicar. Es lo que atisba la Comisión Europea. El presidente de Mapfre, Manuel Huertas, advirtió en EL PAÍS que la situación se va a tornar dramática. “La misma pensión dentro de 20 años va a ser mucho menor”, aseguró, tras proponer que trabajadores y empresarios empiecen a considerar ese tipo de ahorro para el futuro.

Euskadi se beneficia de su denso tejido industrial, y de una tradición de complementar las pensiones que ha acompañado a los trabajadores desde los años 80. El importante peso de las cooperativas en el tejido industrial vasco ha elevado sustancialmente las aportaciones a planes de pensiones ya que las cooperativas cotizan al sistema de autónomos y Lagun Aro surgió como el sistema de previsión para complementar esa pensión futura hasta la máxima del régimen general en cada puesto de trabajo. Pero también porque los sindicatos y las grandes industrias han consolidado planes de empleo con aportaciones a los planes de pensiones; el sector público está cubierto con las EPSV Elkarkidetza e Itzarri y las tres cajas ahora fusionadas en Kutxabank generaron importantes fondos de pensiones al abrigo del carácter público de las antiguas cajas.

Más de 700.000 vascos

El resultado es que en Euskadi más de 700.000 personas de las 900.000 activas ocupadas, tienen un plan de previsión social de empleo –la mitad- o de ahorro individual, -la otra mitad-. El modelo vasco se marca como objetivo complementar entre un 20% y un 30% de la llamada tasa de sustitución, la diferencia entre la última nómina y la primera pensión.

En el caso de Euskadi, cada euro que aportas a lo largo de tu vida profesional se convierte en tres en el momento de la jubilación. Es decir, el empleador aporta el 33%, el empleado otro 33% y el resto lo logra a rentabilidad financiera y los beneficios fiscales. “En Euskadi ha habido un hecho que también ha facilitado los planes de previsión social individuales”, recuerdan desde la federación de fondos vascos, y es que el rescate de los fondos individuales se puede hacer a los diez años desde la primera aportación. Se pueden rescatar sin penalización todos los fondos. En España hasta hace un año no se podía y ahora con limitaciones. Se pueden recuperar las aportaciones que lleven ya diez años en la hucha, pero no la totalidad del fondo, salvo que se hubiera hecho solo una aportación.

LSB-USO
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