25N: ¿De que hablamos cuando hablamos de violencia machista?

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Desde USO un año más, a lo largo del mes de noviembre y en especial el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, ponemos el foco en el trabajo que llevamos a cabo día a día en esta organización en la lucha contra la violencia machista.

Esta lacra social, a fecha treinta y uno de octubre, ha supuesto el asesinato de treinta y seis mujeres, de las cuales quince habían presentado denuncias, existiendo otros siete casos aún en investigación. Quedando, hasta el momento, veinticuatro menores huérfanos.

Estos datos son la punta del iceberg, la estadística más extrema, pero la violencia machista es un problema estructural y profundamente arraigado, según la “Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015”, elaborada por la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género, del total de mujeres de 16 o más años residentes en España, el 12,5% han sufrido violencia física y/o violencia sexual de sus parejas o exparejas y el 11,9% de las mujeres de 16 o más años y que tienen pareja en la actualidad han sufrido violencia psicológica de control de esta pareja en algún momento de la relación, el 9,3% violencia psicológica emocional y el 3,3% violencia económica.

Por desgracia, en los últimos años estamos percibiendo un aumento de esta violencia, propiciado, en gran medida por los recortes en las políticas de prevención y atención a las víctimas de violencia machista. Es alarmante el descenso de medidas de protección, según los datos de junio de 2016, el número de víctimas protegidas por la Policía era de 17.231, lo que supone 5.000 menos que en 2015, un 24% menos, siendo el número de denuncias igual o superior al año pasado. Es alarmante que el porcentaje de mujeres asesinadas a pesar de haber denunciado previamente ha alcanzado, en 2016, la cifra más elevada que se conoce, un 43%.

Desde USO estamos percibiendo desde hace tiempo, un aumento de los casos entre los más jóvenes y una virulenta corriente de negacionismo de la violencia machista y criminalización de las víctimas que nos alarma. Por ello, este año lanzamos la campaña “De qué hablamos cuando hablamos de violencia machista” con la que queremos hacer pedagogía y desmontar los falsos mitos cada vez más arraigados en el imaginario colectivo sobre esta lacra social que tanto sufrimiento y tantas muertes se lleva por delante.

Tras diez meses de estar en funciones, finalmente se va a conformar un nuevo Gobierno al que desde la USO le exigimos que rompa con las políticas de recorte en materia de prevención y protección de las víctimas que ha realizado en la anterior legislatura. Desde 2010, la inversión en prevención de la violencia machista se ha reducido en un 26% y la inversión en el programa de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, se ha reducido en 10 años un 61%. Así mismo le exigimos la aplicación del Convenio de Estambul ratificado en 2014.

Es imprescindible un Pacto de Estado contra la violencia machista, la lucha contra esta lacra sólo es posible con políticas que pongan este problema en la agenda, con un aumento en la inversión, con más formación y concienciación de todos los agentes implicados y, con un esfuerzo conjunto, de toda la sociedad para acabar con esta terrible violencia. No perdamos de vista el aumento de los casos entre los más jóvenes y el preocupante dato de la falta de percepción de lo que es violencia machista, un 33% de los menores no identifica los comportamientos de control como maltrato.

Desde USO hacemos un llamamiento a los medios de comunicación, el tratamiento de las noticias relacionadas con la violencia machista es fundamental para fomentar o erradicar los mitos que queremos desmontar. Presentar los asesinatos o la violencia machista como crímenes pasionales, fenómenos aislados, accidentes o cosas que pasan (“Una mujer muere”), buscar justificaciones del asesinato, culpabilizar a la víctima, ubicar la noticia en la sección de sucesos, etc., son dinámicas de la mayor parte de los medios de información masiva que sólo perpetúan los prejuicios y no ayudan en absoluto a la concienciación y la erradicación de la violencia machista.

Unamos nuestras fuerzas para acabar con la violencia machista ¡Basta ya de violencia machista!!

016 Atención a víctimas de violencia de género. Hay salida

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

1. ¿Por qué las víctimas solo son mujeres?
La violencia machista es una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión. Es la manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Ley Integral contra la Violencia de Género nació con el objetivo de actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.

2. La mayor parte son denuncias falsas
El mito de las denuncias falsas se ha convertido en uno de los argumentos recurrentes de algunas asociaciones que afirman que las mujeres lo hacen solo para beneficiarse en los procesos judiciales. Desviando con ello la atención y relativizando la gravedad del problema, convirtiendo una mínima y excepcionalidad realidad en la norma.

Un informe del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) determina que solo el 0,4% de las denuncias por violencia machista son falsas. Según datos de la Fiscalía General del Estado, entre 2009 y 2013, se presentaron un total de 657.084 denuncias, de las que sólo 33 terminaron con una condena de denuncia falsa, lo que equivale al 0,005% de las denuncias.

Desde enero de 2003 hasta noviembre de 2014 han sido asesinadas 794 mujeres por violencia machista, dentro del cómputo y los criterios de la Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004.

3. Eso solo pasa entre inmigrantes, gente sin formación o con problemas de exclusión social
La violencia machista no responde a un origen étnico, a una situación socioeconómica o de nivel académico. El origen del agresor y de la víctima hay buscarlo en un sistema social, ideológico y cultural en el que desde hace siglos se sustenta el patriarcado y que está basado en la sumisión y la discriminación de la mujer. La naturaleza estructural de la violencia contra las mujeres está basada en el género, y es uno de los mecanismos sociales cruciales por los que se mantiene a las mujeres en posición de subordinación con respecto a los hombres.

“El hombre maltratador no nace, se hace” Sus golpes en la mesa, sus insultos, sus desprecios, sus palizas y sus asesinatos no vienen codificados en los genes. Tampoco dependen de su etnia, ni del nivel intelectual, ni de la posición económica, ni de sus adicciones. El hombre maltratador tiene al miedo como aliado y al sexismo como cómplice: el perfil del hombre maltratador es el del hombre machista.1

4. Si no te pegan no es violencia
No, la violencia de género comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad. Es muy preocupante la tolerancia que hay, sobre todo entre las más jóvenes, a la violencia de control, que consiste en, por ejemplo: restringir los horarios, controlar las amistades, dictar el vestuario y revisar el móvil de tu pareja, etc. El control de la vida la pareja y los ataques de celos que se suelen justificar con el mito del amor romántico y la intensidad de la relación, son cada vez más aceptadas por adolescentes y jóvenes.

5. El papel de los medios de comunicación
El tratamiento de los medios de comunicación a las noticias relacionadas con la violencia machista, es fundamental para fomentar o erradicar estos mitos que queremos desmontar. Presentar los asesinatos o la violencia machista como crímenes pasionales, fenómenos aislados, accidentes o cosas que pasan (“Una mujer muere”), buscar justificaciones del asesinato, culpabilizar a la víctima, ubicar la noticia en la sección de sucesos, etc. Son dinámicas de la mayor parte de los medios de información masiva que sólo perpetúan los prejuicios y no ayudan en absoluto a la concienciación y la erradicación de la violencia machista.

6. Violencia contra las mujeres
La violencia machista en sentido amplio agrupa todas las formas de violencia que se ejercen por parte del hombre sobre la mujer en función de su rol de género: violencia sexual, tráfico de mujeres, explotación sexual de las mismas, mutilación genital, acoso laboral, etc, independientemente del tipo de relaciones interpersonales entre agresor y víctima. Esta violencia no está regulada ni contabilizada dentro de la Ley en nuestro país, que solo contempla como violencia de género si el agresor y la víctima tienen o han tenido una relación afectiva.

Para más información sobre otras violencias es recomendable visitar la página Feminicidio.

Adjuntos:
Manifiesto.
Preguntas frecuentes.
Informe violencia genero 2016.

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