10 errores al planificar tu jubilación a los 50 que debes evitar

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A los 50 años buena parte de tu vida debería estar solucionada o cuanto menos encarrilada. En este momento ya deberías haber tomado decisiones clave como la paternidad o el hecho de comprar una casa.

Eso sí, la jubilación todavía queda lo suficientemente lejos como para que una buena planificación del retiro marque todavía la diferencia. Hay acciones que te ayudarán a tener la jubilación con la que sueñas y otras que te alejarán definitivamente de ella.

Repasamos los 15 errores más habituales al planificar la jubilación y qué hacer para evitarlos.

No planificar dónde vas a vivir

Si tu vida está en Madrid, por ejemplo, es lógico que pienses en la capital como el lugar para tu retiro. Sin embargo, si tienes flexibilidad y no te importa cambiar de lugar de residencia puedes ganar mucho al jubilarte.

Para que lo entiendas mejor, tu pensión no vale lo mismo en todos lados. Lo que puedes hacer con 1.000 euros en Madrid o en un pueblo de Alicante es bien diferente. El coste medio de vida determinará tu nivel financiero y también tu libertad financiera.

Ahora imagina si en lugar de limitarte a España escoges una opción internacional. Aquí te descubrimos los países más baratos para jubilarse.

Arriesgar más de lo que debes

Tus prioridades vitales cambian con el tiempo y también debería hacerlo la forma en la que inviertes. El momento para arriesgar es cuando eres joven.

Según vas cumpliendo años es importante que aprendas a proteger el patrimonio que has ido creando. En otras palabras, ir reduciendo el porcentaje de tus ahorros que destinas a los activos más volátiles, con más riesgo.

Así deberías distribuir tu riesgo en cada etapa de tu vida.

Pensar en el corto plazo

En línea con lo anterior, a los 50 es fácil pensar que la jubilación está a la vuelta de la esquina y centrarse en el corto plazo. Sin embargo, todavía quedarán 17 años hasta alcanzar la edad legal de jubilación. Es decir, mucho tiempo como para limitarse al corto plazo.

Según los tres bloques de la planificación financiera, cualquier inversión pensada a más de 5 años vista debería olvidarse del corto plazo. ENLACE. En otras palabras, proteger el patrimonio sí, pero con una mentalidad global.

Que las comisiones se coman tus ahorros por cambiar de plan o fondo

En los meses de octubre, noviembre y diciembre suelen llover las ofertas para mover el plan de pensiones a otra entidad. El gancho para traspasar el plan de pensiones suele ser un regalo. Desde televisiones hasta Tablet PC e incluso un 4% del capital traspasado. Todo vale.

El problema de traspasar el fondo o el plan es que suelen llevar aparejado un periodo de permanencia mínima de dos años y una contraprestación si sales antes del plan. Además, por supuesto, la oferta se limita a determinados planes de pensiones que tienden a ser los que más comisiones cobran.

Pensar que sólo existen los planes de pensiones

El plan de pensiones es el producto de ahorro para la jubilación por excelencia, pero no porque sea el mejor. De hecho, hay cosas que nadie te cuenta y que deberías conocer.

Al final, el plan sólo es el vehículo de inversión que más han promocionado los bancos y existen alternativas que merece la pena conocer.

No tener un experto que te acompañe en el camino

Cómo has visto es fácil caer en errores al invertir tus ahorros y arruinar tu jubilación. Todo esto se puede solventar contando con un experto que te acompañe y te ayude alcanzar tus objetivos financieros.

Un asesor puede cambiarte la vida. Eso sí, es importante que sea un asesor independiente y tu banco no lo es.

Un asesor se encargará de revisar cómo marchan tus inversiones, asegurarse de que están en línea de tus objetivos y de que, si el mercado cae, tu no pierdas.

Retirarte demasiado pronto

¿Quién no desea retirarse a los 55 en vez de a los 67? La mayoría de españoles ven la jubilación como un periodo de disfrute y ocio según un informe de ING Direct. Por eso a un 29% de las personas les gustaría jubilarse entre los 56 y los 60 años y a un 38% más entre los 561 y los 65 años.

Para retirarte antes de tiempo necesitarás tener más libertad financiera de la que piensas, sobre todo porque tu pensión pública será menor y es muy fácil que gastes más de lo que piensas y durante más tiempo.

La ecuación es fácil de entender, cuanto antes te jubiles menos cobrarás del estado y más tiempo consumirás tus recursos propios, tus ahorros.

Subesimas los costes que vas a tener

En esta misma línea, uno de los errores típicos al planificar tu jubilación a los 50 y más adelante es no tener claro cuáles serán tus costes.

Es fácil adelantar lo que puedes gastar a los 65 años, pero más complicado saber los costes que tendrás a los 85 años. La mayoría de personas tiende a subestimar cuánto costará su mantenimiento, en parte por desconocimiento y en parte por no prever ni admitir el declive físico.

Para que te hagas una idea, en 2012 la Ley de Dependencia preveía ayudas de entre 400 y 500 euros al mes para cuidadores familiares, una cantidad que los expertos consideraban insuficiente y que ha ido mermando en los últimos años. Contar con un cuidador a tiempo completo supone un desembolso base que va desde los 800 euros hasta los 1.200 euros más las cuotas a la Seguridad Social.

A esto tendrás que sumar posibles reformas dentro del hogar para adaptarlo a diferentes situaciones de movilidad reducida como el tener que ir en silla de ruedas. Incluso una residencia supone un desembolso que puede superar a la pensión pública, de 1.200 euros de media en el caso privado y en torno a 750 euros en el caso público.

Al final, dependiendo del caso, deberás preparar mucho dinero sólo para tener unos cuidados mínimos.

Sobreestimar lo que podrás hacer con tu pensión

Simplemente pensando en el coste de una residencia ya debes tener claras las limitaciones de tu pensión pública. Sin embargo, la mayor parte de la gente tenderá a pensar que ese dinero le dará para mucho más.

Existe un doble problema. Para empezar, tú no controlas la pensión pública, la cuantía que percibes la marca el Estado y nadie te asegura que se mantendrá en los niveles actuales. A esto hay que añadir el efecto de la inflación, que hará que el valor de tu pensión pública vaya mermando, incluso con las actualizaciones anuales.

Es más, este efecto perverso de la inflación también debes tenerlo en cuenta al valorar cuánto dinero necesitas para completar la pensión pública. Y es que la pensión privada (da igual que sea con un plan de pensiones, un fondo o cualquier otro producto) no es ajena al aumento del coste de la vida.

Ahorrar demasiado poco

Como la mayoría no sabe cuánto dinero necesitará al jubilarse, subestima gastos y sobreestima ingresos. Esto se traduce en que ahorra demasiado poco para su jubilación.

Es difícil estimar cuánto gastarás al jubilarte, pero por lo menos deberías prever disponer cada mes un 70% de lo que cobras para mantener tu poder adquisitivo. Después multiplica ese dinero por la esperanza media de vida y réstale la pensión pública media y tendrás una cifra aproximada de lo que necesitas.

No planificar una jubilación dorada

La cifra anterior es una media de lo que necesitarás para mantener tu nivel de vida. Pero como ya has visto, la mayoría de personas asocia la jubilación con el ocio y el disfrute. Y es que al dejar de trabajar por fin tienen el tiempo libre que tanto ansiaban para dedicarse a sus hobbies e intereses. Seguro que tú también lo piensas.

Si has planificado una jubilación que cubra con tus gastos tendrás tiempo pero no recursos para poder hacer lo que quieres. La Libertad Financiera te ayudará a tener una jubilación dorada y poder aprovechar de verdad ese tiempo libre.

Usar la pensión como una cuenta de ahorros

Una de las características de los planes de pensiones es que no se puede recuperar el dinero hasta jubilarse. De hecho, esta es una de sus desventajas frente a otros productos como los fondos de inversión.

Esta falta de liquidez tiene su parte positiva. Evita la tentación de recuperar el dinero antes de tiempo. Uno de los errores más repetidos al jubilarse es usar el plan de pensiones como una cuenta corriente, sacando dinero para viajes, compras de ocio etc.

Esto mermará tu futuro financiero y puede hacerte pagar más impuestos de la cuenta.

Pensar más en los hijos

Otro de los errores habituales es dejar de planificar la jubilación a los 50 para ayudar a los hijos. Es muy habitual que los padres cedan parte de sus ahorros a los hijos, pero nunca debe ser a expensas de su libertad financiera y de su ahorro a largo plazo.

El dinero para ayudar a los hijos nunca debe salir del ahorro a largo plazo ni tampoco mermar de forma constante en el tiempo ese ahorro sistemático que has conseguido.

No aprovechar la vivienda para vivir mejor

Empezamos por la vivienda y terminamos con ella. La casa y el lugar de residencia es uno de los mayores recursos de cualquier persona y también de los más desaprovechados.

Una de las peculiaridades del mercado de la vivienda en España es la escasa movilidad. Esto se traduce en que muchas personas seguirán viviendo a los 50 años en su casa de toda la vida que ahora mismo se les ha quedado grande.

¿Necesita un matrimonio una casa de 4 dormitorios si los hijos ya se han independizado? Claramente no, y además esto supondrá un sobrecoste mensual en recibos del hogar e impuestos.

La alternativa es cambiarse a una casa que realmente se amolde a sus necesidades, de dos habitaciones e incluso una. El mayor error al hacerlo y lo que todavía frena a muchas personas a los 50 años de edad es que piensan en comprar como única opción. La realidad es que no es necesario adquirir la vivienda. De hecho, es mejor alquilar su vivienda en propiedad e irse a vivir a un piso de alquiler.

Generalmente, la vivienda de 4 dormitorios generará un alquiler superior al que pagarán por la de dos habitaciones. Este te ayudará a contar con un ingreso adicional cada mes.

Evita estos errores y podrás alcanzar la libertad financiera necesaria cuando llegue el retiro. Así podrás poder disfrutar de la jubilación que quieres.

LSB-USO
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