Los trabajadores de Kalise han secundado este viernes su quinta jornada de huelga, convocada a finales de julio para todos los jueves y viernes del mes de agosto, y que desde el 1 de agosto ha contado con un seguimiento mayoritario de la plantilla de la láctea.
Los trabajadores reclaman que la empresa se siente a negociar el convenio colectivo, expirado el pasado mes de diciembre. USO, sindicato mayoritario en la corporación, presentó una propuesta formal y por escrito en junio, ante la falta de avances, pero la empresa no respondió hasta mediados de julio, anunciando que posponía la negociación a septiembre. Juan Pedro Vega, presidente del comité de Kalise-Gran Canaria, insiste en que “la empresa busca alargar plazos para que el convenio entre en ultraactividad. Llevamos con los salarios congelados desde 2010 y ya es hora de que la recuperación nos toque a nosotros, que aceptamos recortes cuando la empresa iba mal”.
Precisamente en la planta de Gran Canaria, donde solo USO está presente, es la planta donde más seguimiento está teniendo la huelga y donde más se está presionando a la empresa para conseguir la mejora para todos los trabajadores.
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