Una propuesta de las personas refugiadas para la inclusión

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La Fundación Asamblea Ciudadanos y Ciudadas del Mediterráneo (FACM) es la autora de la Guía Educación en Derechos Humanos como herramienta para la inclusión de las personas refugiadas. Una persona refugiada es siempre una víctima que no hace mucho fue como nosotros; alguien que tuvo una vida normal, que en un momento determinado se vio abocada al desastre y la muerte a causa de una locura que siempre es ajena.

Hay en el mundo 68’5 millones de refugiados (1), personas que a pesar de la existencia de una ley internacional se han visto desprovistas de sus derechos y excluidos de la ciudadanía. Es una situación de intenso sufrimiento y pérdida.

La Fundación Asamblea Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (FACM) es una de las entidades impulsoras, junto con la libanesa Amel International y la francesa Samusocial International, del Manifiesto Euromediterráneo de Solidaridad, Dignidad y Humanidad con las personas en situación de exilio, lanzado en Roma el 12 de junio de 2018. Sólo en los últimos cinco años se han contabilizado más de 17.000 muertos y desaparecidos en el Mediterráneo (2).

Nuestra entidad nació hace diez años para fomentar y difundir la idea de una ciudadanía mediterránea, una voluntad de incluir pluralidades y diferencias con el vértice de un mar integrador, rico y diverso.

La prolongada guerra siria ha traído a nuestra propia casa mediterránea el drama del éxodo. Los más de cinco millones de ciudadanos y ciudadanas de Siria que se han visto obligados a abandonar sus hogares nos han demostrado que a pesar de la existencia de una ley internacional los seres humanos en situación de huida se siguen viendo inmersos en situaciones denigrantes en donde lo derechos se evaporan y donde el desarraigo cercena las almas.

La Unión Europea rubricó un acuerdo con Turquía que cerró las puertas y las fronteras marítimas en el mar Egeo se militarizaron creando campos de refugiados que se convirtieron en territorios de retención. La civilización humanista europea ha ido volviendo al discurso de principio de siglo que
pavimentó la llegada a los totalitarismos.

Sin embargo, la experiencia de la diversidad como identidad que vive y difunde la FACM nos conduce a elaborar esta guía para la inclusión, primero porque nuestro conocimiento humano de las personas refugiadas nos lleva a valorarlas, amarlas y finalmente, a tener conciencia del apartamiento y discriminación a la que se ven condenados en muchas ocasiones en su llegada a los países de acogida.

(1) ACNUR. https://www.acnur.org/noticias/stories/2018/6/5b2922254/desplazamiento- forzado-alcanza-el-record-de-685-millones.html

(2) https://data2.unhcr.org/es/situations/mediterranean

Desde esta convicción se proyectó este trabajo en el que quienes tienen el protagonismo y la palabra son quienes habitualmente nunca la poseen: las personas refugiadas. El desarrollo de la guía se ha efectuado dentro del marco del proyecto “Educación en Derechos Humanos como herramienta de inclusión de las personas refugiadas”.

La metodología de esta guía está basada en la perspectiva participativa. Partiendo de la orientación de entidades que se dedican a la atención a estas personas fuimos conformando un equipo de 14 refugiados y refugiadas siguiendo criterios tales como paridad, diversidad geográfica y de situaciones con el objeto de conseguir una representatividad de casos. Posteriormente, a través de entrevistas y encuentros de debate, el grupo fue desgranando las conclusiones que recoge la presente guía. Ha sido fundamental la colaboración del grupo de expertos y expertas que han aportado su orientación y conocimiento.

Todos, personas refugiadas y grupo de expertos han cooperado de forma desinteresada en este proyecto con una gran energía colectiva.

En la FACM creemos firmemente que una persona refugiada es parte de la ciudadanía y para ello debe tener visibilidad. Cuando se cumplen 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos esta guía pretende ser una síntesis de recomendaciones y pensamientos de los propios refugiados y refugiadas.

Porque la visibilidad y la voz es un derecho humano, pero es asimismo la posición política desde la que se forma la presencia y por tanto, el espacio público y la igualdad.

Se trata no únicamente de centrar el debate en la cuestión del refugio: pretendemos sobre todo la activación de las conciencias. El temor a las personas refugiados, tal y como dice Slavoj Zizek, revela mucho sobre los mecanismos mentales que supura esta obsesión sobre el supuesto peligro que representan.

Miles de europeos y europeas no han visto nunca un refugiado y sin embargo, se adhieren al miedo y la distancia.

Las personas refugiadas, han tomado la voz, han expresado sus opiniones y sentimientos. Y nos han enseñado y enriquecido. Desde esa aportación que han efectuado a nuestra perspectiva ciudadana nos hemos convertido en una notaría de sus ideas y voluntades y solo podemos mostrar agradecimiento por su disponibilidad, tiempo y generosidad en la elaboración de esta guía.

El cumplimiento de la ley y la mano tendida han de ir juntos. Pero más allá está la felicidad del reencuentro humano. Lo hemos vivido a lo largo del proceso de elaboración de este trabajo que esperamos sirva para visibilizar el gran valor que cada persona, venga de donde venga, puede llevar dentro.

Adjunto:
Guía inclusión personas refugiadas.

Esta publicación ha sido posible gracias al patrocinio de la Dirección General de Naciones Unidas y Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España.

LSB-USO
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