El IPC de agosto en Euskadi asfixia los bolsillos de la ciudadanía vasca

Tiempo de lectura aproximado: 2 minutos

El problema que está ocasionando la subida de la electricidad en los bolsillos de la ciudadanía con un IPC en agosto del 3,3%, del cual el 70% de ese encarecimiento es su causa principal, está suponiendo situar a unidades familiares al borde de la pobreza energética, mientras el Gobierno afirme que “hay que revisar la fiscalidad de la energía”, vamos tarde con esas medidas para los más necesitados: una economía familiar media no se puede permitir el artículo de lujo que hoy en día es la electricidad, un bien que es de primera necesidad, que debería acompasarse con una reducción del 4% del IVA y un estudio profundo y regulado que garantice los topes de precio a futuro.

Otros factores decisivos en cuanto a la alerta es el hecho de que la vivienda, agua, gas y otros combustibles suben el 11,6%, el transporte el 8,5% y los alimentos el 2%, frente a las subidas salariales que permanecen congeladas o con subidas de la mitad de lo que nos encarecen la vida. Esperemos que se tome nota con respecto a los salarios, pues el Diálogo Social va por un lado y los problemas de la ciudadanía, por otro.

En los últimos años el nivel de personas en pobreza severa se ve incrementado en el 7%. En Euskadi este porcentaje de pobreza está en torno al 5%; sin embargo “no podemos mirar a otro lado pues estamos hablando de familias con carencias materiales severas que no tienen garantizada una seguridad alimentaria. Lamentamos que se parcheen estas situaciones y exigimos que se adopten medidas de forma acuciante, y es que, vamos tarde, se está perdiendo demasiado tiempo y esta situación está asfixiando hasta a personas trabajadoras. Denunciamos que la precariedad en el empleo está originando pobreza y pérdida de poder adquisitivo en Euskadi.” Añade MariBel Muñoz Aribayos desde la Secretaría General de LSB-USO Euskadi.

LSB-USO
Siguenos en: